Mi nombre es María del Carmen Muñoz Ledesma, mejor Mari Carmen, tengo 46 años y soy enfermera desde que tengo uso de razón, pero titulada desde 1999, primero Enfermera, después DUE y ahora graduada, gracias a Bolonia. Desde muy pequeña quise ser enfermera, aunque sinceramente lo que más ilusión me hubiese hecho y como yo se lo pedía a mi madre era haber sido “bailarina gitana”, vamos lo que viene siendo una bailaora flamenca con un buen zapateado, pero no pudo ser, mis ilusiones en ese ámbito no se cumplieron, aunque nunca es tarde, pero si se cumplieron en el mundo sanitario. Llevo muchos años dedicándome a la gestión sanitaria, lo que yo llamo el cuidado invisible, porque los gestionamos en los hospitales o en cualquier centro sanitario, nos dedicamos a cuidar desde la sombra, a intentar
facilitar todo lo necesario para cuidar, atender y asistir a nuestros pacientes, y hacerlo de una forma segura y con criterios de calidad.

Además de ser enfermera soy madre, de dos hombrecitos, uno de 17 años en plena revolución hormonal mezclada con un carrusel de emociones a consecuencia del estresado segundo de bachillerato que está cursando, y libera toda su adrenalina bailando, no flamenco claro, sino urbano, hip-hop, comercial o todos los estilos “dancer” que existen ahora. Mi otro hombrecito tiene 4 años, y es puro nervio, un torbellino con gafas que me hace enfadar y reír varias veces en un minuto.

Soy una persona inquieta, curiosa, activa y con ganas de aprender y enseñar. Me gusta hablar, conversar, escribir, comunicar, aunque no sea una profesional de la comunicación, y me encanta la idea de afrontar nuevos retos; por esto mi hermano Ángel y yo decidimos comenzar esta aventura en la que queremos compartir todas aquellas cosas que puedan parecer interesantes para ayudarnos en el día a día, a veces cosas muy curiosas y otras muy sencillas y evidentes, pequeñas píldoras que nos hagan estar y sentir un poquito mejor.

Scroll al inicio