¡Cuidado caliente!

Muchos son los peligros que existen alrededor de nuestros hijos, sin salir de casa nos encontramos con gran cantidad de oportunidades para que, accidentalmente, se dañen, entre ellos, los que puedan producir algún tipo de quemadura. Las quemaduras son especialmente frecuentes en los primeros años de vida, un 33% del total de las quemaduras se produce entre los 12 y 24 meses de edad. Aunque pensemos que a nuestros hijos se encuentra bajo perfecta vigilancia, en cualquier momento, en una centésima de segundo podemos perderles de vista, cualquier cosa puede suceder, comida al fuego, plancha, estufas de gas o eléctricas con base calentador, enchufes en mal estado…

Tipos de quemaduras

Podemos encontrar cuatro tipos de quemaduras dependiendo de la agente causante, térmicas, eléctricas, químicas o por radiación es muy importante que tomemos algunas medidas e intentamos mantener a nuestros hijos alejados del peligro, pero en todo caso intentaremos:

  • Evitar que nuestros hijos se encuentren alrededor de la plancha cuando estemos planchando, accidentalmente podrían tocarla y quemarse, pero no olvidemos que también pueden ser lesionados por el vapor que la plancha suelta.
  • Cuando cocinemos, colocaremos los mangos de las sartenes, ollas y demás recipientes, hacia el lado interno de la placa, intentado así evitar que los niños tengan acceso a ella. La cocina es el mayor peligro para los niños intentemos mantenerles fuera de ella.
  • Evitar que tengan acceso a cerillas o mecheros.
  • Evitar el agua muy caliente en los baños de los niños y no tener aparatos eléctricos en el baño.
  • Revisar bien los aparatos eléctricos que tengamos en casa se encuentren en perfectas condiciones y los cables se encuentren bien sujetos e íntegros.
  • Cuidado con el sol y las radiaciones ultravioletas, en las épocas de más calor, aplicar protección solar.
  • Mantener todos los productos de limpieza fuera de su alcance, cuando sean más mayores instruir en la importancia de no jugar con ese tipo de líquidos, pueden causar quemadura por ingesta o incluso quemaduras por contacto, por ejemplo la lejía.

Si, aun así, no hemos podido evitar que nuestros hijos sufran una quemadura, es muy importante que sepamos cómo actuar. Ante todo, intenta mantener la calma, si ellos nos ven nerviosos, alterados o ansiosos no haremos más que agravar su temor.

Mantén la calma y transmite tranquilidad

Piensa que ya ha sucedido y ahora hay que ponerle solución y para eso es muy importante que te encuentres tranquilo o tranquila y sepas actuar.

Debemos valorar la quemadura, en la mayoría de las ocasiones son superficiales y de poca extensión, pero en algunos casos puede afectar a mucosas e incluso a tejidos más profundos.

Cuidados de las quemaduras

Las quemaduras de primer grado, son quemaduras leves como son las quemaduras solares, lo que normalmente vemos es la piel rojiza y brillante, en este caso, en el que deberíamos haber aplicado protector solar, lo que deberemos hacer es hidratar bien toda la zona, para mantenerla fresca y nutrida.

Estas quemaduras de primer grado no se ampollan, pero son dolorosas. Si nos encontramos con este tipo de quemaduras, quizá por acercamiento de la piel a una base caliente, lo primero que debemos hacer es refrescar, poner la zona, por ejemplo, bajo un chorro de agua fría, esto aliviará el dolor y disminuirá la inflamación, por un mínimo de 5 minutos. No ponga hielo, esto suele ser un error que también solemos cometer. Si pasado ese tiempo todavía le duele, intenta mantenerle tranquilo y darle algún analgésico que tengas por casa.

Después de lavar la zona con agua y jabón para mantenerla limpio, puedes taparle la quemadura con una venda limpia, no apliques cremas si no se la ha prescito un pediatra y tampoco utilice remedios caseros, como pasta de dientes.

En las quemaduras de segundo grado, parte de la piel puede estar lesionada e incluso salir ampollas; un error muy frecuente que se comete es pinchar o romper las ampollas.

NUNCA ROMPA LAS AMPOLLAS, tenderán a reabsorberse solas y lo único que podemos conseguir es una posible infección de la zona. Actuaremos de la misma manera que con las quemaduras de primer grado

Las quemaduras de tercer grado, la piel la veremos blanca o carbonizada, correosa o consumida, en este caso debe recibir atención médica, por tanto, deberás dirigirte a un área de urgencias pediátricas donde le puedan atender. Si la ampolla que tiene es mayor que el tamaño de la mano del niño, o las quemaduras son en la cara, genitales o en una articulación, es una lesión grave y también deberá acudir a urgencias.

Una vez curada la quemadura ten en cuenta que no le podrá dar directamente el sol, durante un año, para evitar que la piel se oscurezca, mantén esa área protegida y aplica protector solar con frecuencia.

Es muy importante que los niños nos intenten ver lo menos nerviosos posibles, e intentar tranquilizarles, esto ayudará a su recuperación.

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